Cuando la red todavía estaba en un momento germinal, y solo eran unos pocos miles los usuarios conectados a ella, a mediados de los años 90, la digitalización de archivos era casi inexistente. El contenido que había en internet era sobre todo escrito, con algunas imágenes que se habían creado para esta nueva forma de comunicación. Pronto se comenzaron a vender escáneres y aparatos que digitalizaban formatos físicos como los faxes o las revistas. Parece que hace mucho tiempo de esto, pero no han pasado ni tres décadas desde entonces, estando ahora el papel casi en desuso en la mayoría de documentos. La rápida expansión de lo digital también ha permitido un cambio en muchos formatos. El porno, por ejemplo, comenzó a compartirse en la red a través de foros, con recortes y digitalizaciones de revistas como Penthouse o Playboy. Pero pronto la industria entendió que esa herramienta iba a ser el futuro, y se lanzó de cabeza a crear contenido digital.

Todos los expertos están de acuerdo en asumir que sin el sexo y el porno de webs como https://es.ilove.porn/, Internet no habría crecido tanto al principio. Aquellos que vivieron la revolución digital recuerdan lo complicado que era por aquellos tiempos encontrar algo de porno de calidad, más allá de las estanterías de un videoclub. Veinte años más tarde, Internet se ha llenado de todo tipo de vídeos explícitos, al alcance de cualquiera de forma gratuita. Los vídeos suelen estar acortados, pero como su función es generar excitación, tampoco hace falta que duren cuarenta minutos. El sexo está presente en la vida y por tanto, también tiene un lugar importantísimo en Internet, a pesar de estar censurado en cierta forma todavía. No hay más que ver la censura contra los desnudos en Instagram o Facebook, tratando este tipo de contenido como algo peligroso. Internet ha derribado las barreras y ahora cualquiera puede tener acceso a esas escenas explícitas a tan solo unos clicks. Pero hay buscadores, como Google, que todavía censuran cierto tipo de contenidos y obligan a las plataformas y páginas sexuales a trabajar en un “buscador paralelo”. De hecho, la publicidad de AdSense no suele funcionar con este tipo de páginas, así que sus creadores deben buscar alternativas.

El porno, muy presente en la red

Los estudios más recientes apuntan a que una de cada siete búsquedas que se realizan en Internet tiene que ver con el sexo. De esas, una inmensa mayoría estarán relacionadas con el porno, el material que se utiliza para conseguir esa excitación y deseo sexual. Desde los albores de Internet, el porno ha estado presente en todos los rincones de esta nueva herramienta, ya que ha sido algo importante para los usuarios y así se ha representado. El sexo siempre ha acelerado el avance de las tecnologías, y con Internet no iba a pasar lo contrario. Actualmente hay millones de páginas de temática sexual en Internet, la mayoría protegida frente a la entrada de menores… con un simple formulario que cualquiera puede trucar. El porno pasó de estar al alcance de unos pocos a través de revistas o videos, a tener un alcance mundial, a un tipo de público de todas las edades, géneros y condiciones. La democratización ha llegado con Internet, también para el porno.

La censura por parte de los buscadores y la publicidad

Internet podría pertenecer al porno, pero en realidad, está más del lado de grandes empresas como Google, Meta o Netflix. Son ellas las que crean el contenido, lo manejan a través de las redes sociales e incluso deciden qué es lo que vamos a ver y lo que no vamos a poder encontrar. Centrándonos en el famoso buscador, que es hoy por hoy el que canaliza la inmensa mayoría de búsquedas en todo el mundo occidental, nos encontramos con una situación curiosa. Google asegura no censurar a las páginas eróticas o porno, y de hecho, cuando buscamos este tipo de expresiones en el buscador, aparecen muchos resultados. Sin embargo, cuando se habla de sexo en algún artículo, o del mismo porno en una pieza como esta, resulta muy complicado ubicarla en un buen lugar en las búsquedas.

Esto sucede debido a que Google utiliza un algoritmo muy concreto que, en ocasiones, deja fuera de las búsquedas ciertos términos polémicos, como “porno” o “sexo”, si no son muy concretos. La censura no solo se lleva a la lista de resultados, sino también a la publicidad. El sistema AdSense, propiedad de los de Mountain View, es uno de los más populares para obtener rédito a las visitas de nuestra web. Pero tiene muchas condiciones, especialmente con todo lo relacionado con el sexo y el porno, donde no se suele monetizar. El interés de hacer buen SEO para que nuestra página llegue lo más alto posible en los buscadores es atraer a muchos visitantes y con ellos, también muchos ingresos en publicidad.

Alternativas para conseguir un buen SEO

Debido a esta censura, las páginas porno han tenido que buscar otro tipo de sistemas para generar ingresos, a través de afiliaciones más específicas que no tengan que ver con Google. De la misma forma, las páginas funcionan vendiendo esos visitantes a sus publicidad, y cuanto más tengan mejor. Por eso quieren seguir escalando puestos para llegar a lo más alto en las búsquedas, en una lucha encarnizada entre diferentes plataformas. Ya no se trata solo de destacar en Google, sino de hacerlo frente a los competidores más importantes. Si alguien pone una búsqueda concreta relacionada con el porno en su buscador, la página debe aparecer entre los primeros resultado, para llevar a esa persona directamente a lo que está buscando.

Sean vídeos o fotos, el material más habitual de este tipo, suelen encontrarse en plataformas que lo ofrecen normalmente de forma gratuita. El truco para alcanzar esos primeros puestos en las búsquedas está en buscar la manera de acceder al algoritmo de Google y ser lo más amigable posible con él. El número de visitantes y el ranking en el que estemos en búsquedas funciona como un feedback perfecto para que Google entienda que tenemos notoriedad. Un buen diseño de la página también ayuda para que nuestra elección sea de las primeras a la hora de aparecer en las respuestas del buscador. Y si tenemos una página dedicada al porno, pero no de manera masiva, sino con artículos, como un blog, lo mejor es subir contenido de calidad de forma habitual.

¿Cuáles son las páginas porno más visitadas?

Hoy por hoy podemos encontrar infinitas páginas web porno en Internet, y muchas de ellas tienen un diseño y planteamiento similar. Son videotecas con escenas porno, al estilo de YouTube, pero con vídeos más explícitos. De hecho, hay algunas de ellas ubicadas entre las primeras 50 páginas más visitadas de la red. Xvideos y Pornhub suelen jugarse el primer puesto de esta lista, siempre entre los primeros 20 sitios más visitados de Internet, con varios millones de usuarios conectados al día, lo cual es una auténtica locura. También encontramos páginas como XNXX o YouPorn, que igualmente cuentan con muy buenos puestos en los rankings de búsqueda. De esta forma, las páginas suelen ser las primeras y más destacadas cuando uno realiza una búsqueda relacionada con porno en Google.